De hecho, muchas relaciones de pareja se rompen cuando uno de los miembros tiene una enfermedad bipolar. Entre los síntomas de una manía se incluyen el aumento de la libido con la pérdida simultánea de inhibiciones sociales, que pueden desembocar en episodios de indiscreciones sexuales. Además, las "verdades" maníacas, a menudo brutales para la pareja no siempre son tolerables. La consideración de tales episodios como los síntomas de la enfermedad y el no tomarlos como algo personal, en muchos casos excede la buena voluntad de la pareja y ya no es posible reparar los daños resultantes en la relación de pareja. Del mismo modo, el familiar puede ser sobrepasado en su capacidad aguante cuando su pareja sufre una larga depresión que no se beneficia de su cuidado y de su preocupación. Como se ha mencionado muchas veces en estas páginas, un conocimiento exhaustivo de la enfermedad resulta de mucha utilidad. Cuanto más saben los miembros de la familia, antes pueden calificar y evaluar adecuadamente los incidentes. En pocas palabras, si los miembros de la pareja realmente se aman, buscan comprensión e información básica, su relación también tiene la oportunidad de sobrevivir a las pruebas relacionadas con la enfermedad. Se puede aprender a lidiar con la enfermedad y su pareja apreciará que lo está tratando de ayudar y realmente desea aprender.