¿Por qué mi trastorno bipolar fue diagnosticado tan tarde?"

El trastorno bipolar es una enfermedad que ocurre en fases o episodios. Puede haber años de "normalidad" entre episodios en algunos casos. Solo en raras ocasiones los síntomas son tan claros en los primeros episodios que el diagnóstico puede corregirse inmediatamente. Por lo tanto, generalmente se necesitan unos pocos episodios para poder reconocer la periodicidad de la enfermedad. A menudo, una primera manía con proporciones psicóticas es malinterpretada como una esquizofrenia o la depresión bipolar se clasifica como unipolar, porque las fases hipomaníacas no siempre tienen un valor patológico (la hipomanía se define como episodios maníacos de un intensidad y duración menor y que no afectan el modo de vida o solo lo hacen levemente). Estas fases hipomaníacas a menudo ocurren inmediatamente después de la depresión y no son consideradas por pacientes y profesionales como tales, sino que se interpretan como una “recuperación espectacular”. Dado que es difícil distinguir el bienestar deseado de los síntomas leves, no es raro reconocer la hipomanía solo en retrospectiva. También es posible que las hipomanías se presenten como efectos secundarios de la terapia antidepresiva. A menudo, es solo en una revisión conjunta entre el médico y el paciente que queda claro qué "buenas fases” de la vida ya tienen valor de enfermedad, lo que puede complicar la posición del diagnóstico correcto. Una manía pronunciada, sin embargo, es inconfundible. Desafortunadamente, también se debe tener en cuenta que algunos médicos generales todavía tienen algunas deficiencias con respecto a su comprensión de los síntomas y las opciones de tratamiento para un trastorno bipolar. Los trastornos bipolares son, con demasiada frecuencia, un problema en el público y en los medios de comunicación, por lo que los síntomas a menudo no se pueden clasificar correctamente: simplemente no se conocen lo suficiente. Esta es otra razón por la cual transcurren aproximadamente de uno a ocho años desde el primer inicio de la enfermedad hasta el diagnóstico correcto.