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Evitación del abuso de sustancias en la enfermedad bipolar



Casi la mitad de los pacientes bipolares, un 46% presenta una comorbilidad con abuso o dependencia del alcohol. Según datos de los estudios epidemiológicos, el riesgo que un paciente bipolar presente una adicción a drogas es seis veces mayor que el de la población general, y más elevado aún si se trata de un paciente con trastorno bipolar tipo I. Uno de cada dos pacientes presenta un problema de abuso de sustancias de forma comórbida y siete de cada diez hombres bipolares abusan de alcohol durante las fases de manía, lo que aumenta el efecto neurotóxico de la fase misma.

Por otra parte, muchos de nuestros pacientes no llegan a cumplir criterios para abuso o dependencia a drogas aunque consumen con frecuencia alcohol u otras sustancias, y debemos tener en cuenta que el mero consumo de alcohol, mariguana y otros tóxicos, puede actuar como factor desencadenante de nuevos episodios.

¿Cómo interfiere el consumo de sustancias en el trastorno bipolar?

  1. Muchos pacientes inician el consumo de tóxicos como una forma de “automedicación”, es decir, buscando alivio de alguno de sus síntomas. Consumen alcohol para tratar la angustia o el ánimo depresivo, mariguana para la ansiedad y cocaína para su falta de energía o apatía depresiva. Es necesario enfatizar y advertir a nuestros pacientes y familiares que el consumo de tóxicos empeora el curso de la enfermedad, en otras palabras, como dice el refrán “es pan para hoy y hambre para mañana”.

  2. El consumo de tóxicos es un potente desencadenante de nuevos episodios de la enfermedad bipolar.

  3. Los tóxicos pueden enmascarar los síntomas del ánimo y “ensuciar” su presentación, de modo que se prestan a inducir confusión diagnóstica.

Nuestra recomendación es evitar el consumo de alcohol o mariguana por razones estrictamente médicas y no por razones morales. Del mismo modo que los pasteles y las tortas que son deliciosos y legales, pero un paciente diabético no debe comerlas o las anchoas que son riquísimas, pero un paciente hipertenso no debería ni probarlas; una persona que padece un trastorno bipolar no debe consumir mariguana o alcohol por más que le guste. En este consejo no hay ninguna actitud legalista como tampoco un oportunismo político, sencillamente nuestra tarea es informar qué sustancias son peligrosas para vuestra enfermedad.


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