Muchas personas suspenden su medicación porque sienten que están bien ahora y que ya no la necesitan. A menudo se pasa por alto que solo por tomar el medicamento, no se han producido nuevos episodios de la enfermedad. También es posible que experimente la aparición de hipomanía o manía que puede ocurrir a pesar de tomar medicamentos; en ese momento se siente extremadamente saludable y todopoderoso. En cualquier caso, hable con su médico acerca de sus planes y no actúe por su propia iniciativa. Sobre todo, la mayoría de los medicamentos psicotrópicos no deben suspenderse bruscamente, sino que deben "cambiarse" lentamente. El riesgo de una recaída es particularmente grande cuando el tratamiento se interrumpe bruscamente. A menudo los médicos reaccionan con mucha cautela cuando se trata de reducir la dosis o frente al deseo del paciente de suspender la medicación. En todo caso, no se puede obligar a tomar el medicamento contra la voluntad del paciente. Puede ser agotador discutirlo con el médico, pero en nuestra opinión, es parte del deber médico lidiar con el libre albedrío del paciente de querer suspender el uso de un estabilizador del ánimo. Si encuentra un rechazo general con su solicitud, se puede considerar consultar una segunda opinión con otro psiquiatra. En cualquier caso, es importante contar con asistencia médica para el plan de suspensión de los medicamentos, es decir, debe consultar a su médico regularmente durante este período de tiempo y aumentar la frecuencia de visitas al médico.